Abro esa herramienta genial para perder el tiempo llamada
Facebook, llena de comentarios políticos, xenófobos, racistas, embustes y
falsas noticias; plagado de videos tutoriales, gansadas y gaticos muy monos. Y de
vez en cuando te topas con algo interesante, de vez en cuando. Esta misma mañana, cansado ya de editar y
trabajar, decidí bucear entre autores que me gustan, y ver alguno nuevo, y
descubro una noticia que me deja perplejo y con cierta rabia contenida. Facebook
bloquea la página de Luna Miguel, una escritora que presenta un libro
sobre el auto placer femenino, la masturbación de la mujer, ese tema que por lo
visto para algunos sigue siendo un tabú, para otros un misterio, incluso continúa
habiendo enfermos que lo verán como algo repulsivo y obsceno. Puede haber algo
más bonito y sensual, algo más erótico
que una mujer tocándose, acariciando su cuerpo, sus pechos, sus muslos, sus
ojos cerrados imaginando a ese o esa amante perfecto, quizás recordando algún amor,
una fantasía, o solo sintiendo cada poro de su hermosa piel. Humedecida y
caliente, palpando esos escondites que tan bien conoce, explorando su universo
sensitivo, acelerando el ritmo de su mano y sus caderas poco a poco hacia el
éxtasis final, retomando la respiración después de haber alcanzado la cima de
su montaña íntima. Que envidia me da el placer femenino. Abrazados a vosotras
podemos sentiros, mojar nuestras manos con vuestro elíxir, sentir como aumenta
vuestro bendito caudal, como alcanzáis el culmen una y otra vez, como disfrutáis
cuando las caricias son efectivas y duchas. El perfume de vuestro cuerpo
sosegado tras el placer, los besos con cierto sabor a hierro que delatan
vuestros orgasmos, los besos de vuestras
bocas generosas. ¿Cómo no amaros, cómo no perder la razón?
Es inaceptable que se censure tal ejercicio de sinceridad,
belleza y salud, porque el sexo, el buen sexo, el conocerse a uno o a una misma,
es salud. El denunciante no puede ser otro que un taimado imbécil, un misógino
retrógrado, mezquino y cobarde, al que seguro, le sonará a chino el orgasmo
femenino. Palurdo ignorante, machista
recalcitrante, escupitajo insignificante que no te mereces ni el beso más triste.
Luna Miguel, que tengas muchísima suerte con tu libro.