jueves, 9 de abril de 2015

HOMBRES Y BESTIAS I



Los hombres somos bestias impulsivas, a veces incomprendidas, otras inocentes y frágiles, otras devastadoras y crueles. Divago en mi silla frente a las teclas soñando con su regreso, envuelta en misterio y belleza, esa que no se borra a pesar de los años. Esos ojos turquesa que me miran y me atraviesan. 
Hacemos auténticas locuras por amor, pero a veces ni siquiera sabemos lo que es. Somos cobardes, y nos aferramos a algo que tenemos cerca, pero en el fondo somos infelices, y hacemos infelices a otros.
Y sigo esperando su regreso, efímero, fugaz e intenso, como la anarquía de un orgasmo. Abro los ojos y ya se ha ido. Lo tuve en mis manos y se evaporó, la primera vez entre nubarrones de futuro; lo volví a conseguir, extraño, pasional, cruel, una auténtica locura; y juntos lo pisoteamos entre polvo y polvo. Sin poder ponerle freno.
Pero un silbido, un llanto en la noche y ella vuelve a mí. A veces se aleja extraña, ignorando la conversación, pero vuelve más fuerte, más intensa, y más la quiere este ladrón que no supo esperar.
Los hombres somos bestias impulsivas, podemos discutir y jurar no querer volver a verla y terminamos desnudos hundidos entre sus piernas. La piel nunca engaña, si todo fuera tan fácil.
Pero los días pasan, y su regreso está más cerca. Pero ahora es cuando más alerta hay que estar, las medusas y quimeras acuden para embaucarte, acabar contigo, descuartizarte. Ahora es cuando más fuerte hay que ser. Ahora es cuando hay que ser un Hombre, no una bestia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario