miércoles, 18 de marzo de 2020

                                               EL VIAJERO

                                         Capítulo 1 (prólogo)


                                               ATRAPADO


                 1

Estaba oscuro y apenas podía respirar. No quería que lo escucharan resoplar los que estaban fuera. Si tenía suerte quizás escaparía con vida de allí. Maldito viaje, pensaba una y otra vez. Maldito viaje. Temblaba de puro terror, no entendía como había llegado a tan angustiosa situación, por qué el destino le había jugado esta mala pasada. Era joven, tenía proyectos, y creía estar enamorado de la mujer perfecta. Sus ojos ardían por las lágrimas, sus manos le dolían pues no paraba de cavar un hoyo, allí en su escondite improvisado, presa del pánico; quería ocultarse bajo tierra, que nadie lo viera si entraban por fin. Pero la tierra era dura y sus manos ya no tenían uñas ni fuerzas.
Por una pequeña grieta cubierta de telarañas miró lo que afuera acontecía. Rosa, la mujer del maestro portaba una recortada, y a su lado su marido Alfonso con una escopeta de caza mayor, prestada quizás por “el gordo”. La estaba cargando con balas, que, por su tamaño, parecían fabricadas para matar elefantes. Con ellos andaba Ramón, machete en ristre y su perro Casemiro, que no paraba de olfatear en dirección al viajero. José María se apartó de la grieta, estaba aterrorizado. Trató de cubrir su cuerpo con la esperanza de disipar su olor, ocultarlo del fino olfato del can. Pero fue inútil, las patas del perro arañaban la portezuela de su escondite, unos ladridos alertaron a su amo que con voz agrietada y escupiendo palabras más que hablando exclamó: - ¡Aquí está, ya lo tenemos! De un puntapié quebró las maderas enmohecidas, dos cañones negros como la oscuridad que lo envolvía momentos antes lo encañonaban amenazantes como bocas de lobos hambrientos. El viajero sudaba y apenas podía hablar, quería gritar su inocencia, su incomprensión, su temor, pero solo salió de su boca apenas un balbuceo. Nnnnooo… Nnnnoooo… un disparó resonó en La Aldeílla.

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