domingo, 13 de enero de 2013

Luna




Cuando la luna brilla yo muero entre cuatro paredes, por eso salgo a saludarla y maldecirla, una noche tras noche y siempre tan fresca, me recuerdas tanto a ella… 
  Espuma de cerveza, barras de madera, la Creedence sonando de fondo, una sonrisa, el abrazo en forma de saludo de un amigo, chupito de tequila, medias de seda, mirada turbia, charla que te da más sed, colegueo con el camarero, juegos de despiste, el pesado de turno dando la brasa, caricias furtivas, bromas y frases conocidas, carcajadas grupales, un secreto contado a través de la piel, el chasquido del último trocito de hielo, perfume nuevo, bailes culpables, brindis, otra ronda, y la noche va muriendo… Ejercicio vespertino, viajes de placer, licor barato, ella se muerde los labios, tú no puedes parar de mirarla. Otro trago, besos de amigos que se marchan, ¿dónde vamos?, peticiones de canciones… Me detengo  un segundo para tomar aire y vuelvo a la carga sin dudarlo, vuelvo a la calle, a cazar sonrisas bajo la luz de la luna.

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